La Plaza de Toros de Guijuelo se inauguró en 1.909, pero pasaron siete años hasta la celebración de otro espectáculo taurino, una novillada celebrada en 1.916.
El primer empresario, D. Cayo Diez, se habia arruinado y nadie queria saber nada de la organización de festejos. Fué entonces Fernando Sánchez secretario de juzgado y buen aficionado, quien, a raiz de una asamblea celebrada en la villa asumió la responsabilidad y en solo unas cuantas horas confeccionó un cartel con los novilleros punteros del momento, quedando formado por "Zarco", "Pacorro" y "Angelete" que lidiaron un encierro de Sánchez Rico